Cuando un niño reprime su naturaleza, ya sea debido a que no es aceptado, protegido y / o amado; o simplemente porque se le educa para sobrevivir y destacar en nuestro competitivo mundo, ese niño esconde, olvida, e incluso llega a rechazar en la edad adulta, su natural sensibilidad. Pero la esencia natural del ser humano, su sensibilidad, sigue viva, muchas veces luchando por salir de su ostracismo. La esencia innata de su alma sobrevive como un ángel dormido.

martes, 20 de febrero de 2024

NIÑEZ: EL VERDADERO REGRESO AL FUTURO
(Y EL ARRIESGADO EQUILIBRIO DE LAS INTELIGENCIAS)



“Sí, tu niñez ya fábula de fuentes.
Alma extraña de mi hueco de venas,
te he de buscar pequeña y sin raíces,
¡Amor de siempre, amor, amor de nunca!
¡Oh, sí! Yo quiero. ¡Amor, amor! Dejadme.
No me tapen la boca los que buscan
espigas de Saturno por la nieve
o castran animales por un cielo,
clínica y selva de la anatomía.
Amor, amor, amor. Niñez del mar.
Tu alma tibia sin ti que no te entiende.
Amor, amor, un vuelo de la corza
por el pecho sin fin de la blancura.
Y tu niñez, amor, y tu niñez.”


Federico García Lorca (1898 – 1936). España
De “Poema de la soledad”



Foto de Rod Long en Unsplash
1. ¿Qué es eso de “regresar al futuro”?

¿Por qué la niñez es un regreso? Porque nunca deberíamos haber abandonado el sano, ilusionante y benefactor espíritu de la niñez. Abandono que considero que se transforma en una gran pérdida. Es curioso observar cómo ese regreso al espíritu de la niñez (un intento en el que me veo yo mismo voluntariamente involucrado desde hace meses) raramente se hace de forma consciente y voluntaria, pero sí termina por realizarse de forma inconsciente e involuntaria. Me explicaré…


2. Las dos inteligencias.

Desde hace un tiempo vengo defendiendo que el niño llega a este mundo emocionalmente preparado. Es decir, su inteligencia emocional, aun siendo simple, es plenamente efectiva para lo que es su inteligencia cognitiva (coeficiente intelectual, por usar un término más común), que está aún por desplegar.

Con el tiempo, su inteligencia cognitiva se va desarrollando, aunque yo pongo muchas reservas a la capacidad de generar felicidad de ese proceso, tanto para el propio ser pensante como para los demás. Aspecto este que podemos comprobar a poco que miremos honestamente la evolución de la humanidad, tan impregnada de violencia y de traumas.


3. Aparece en escena una tercera inteligencia.

Esa dificultad para vivir felices se debe, en mi opinión, a la negativa aportación de lo que yo llamaré “la inteligencia social”, compuesta por los rasgos de la mentalidad, la cultura, los valores, los prejuicios, etc, que dominan las relaciones humanas en la sociedad, y que se transmiten, con mayor o menor número de variaciones, de una generación a la siguiente. Se trata, por tanto, de una inteligencia colectiva.

La inteligencia social suele dominar, normalmente de forma aplastante, la evolución y experiencia del ser humano, pues condiciona de forma definitiva la inteligencia cognitiva y la inteligencia emocional de los individuos. Por supuesto, esa conexión predeterminada entre inteligencias no cubre todos los casos. Se construyen excepciones, de una forma especial entre las personas de una alta sensibilidad, en quienes la emocionalidad no ha dejado de tener un papel relevante.


4. La fuerza del destino y el fin del engaño.

Sin embargo, por mucha importancia que tenga en una persona la inteligencia social y su inteligencia cognitiva, su reinado tiene un final anunciado cuando el funcionamiento de nuestra mente se va deteriorando al llegar a la vejez. Ante este retroceso, en los años finales de nuestra vida, la inteligencia emocional vuelve a recuperar su inicial protagonismo. El ser humano regresa a la autenticidad y sencillez de sus emociones y sentimientos, más básicos y nobles. Vuelve a necesitar ser protegido, a su natural afabilidad, o a sus quejas cuando se siente especialmente vulnerable. En estos casos, solemos decir que los ancianos se comportan como niños. Y supongo que no hace falta decir que, si no hay accidentes previos, todos pasamos por esa etapa en la vida.


5. Regreso al futuro: despertar al ángel dormido y recuperar nuestra esencia humana.

La niñez siempre nos ha estado esperando desde que erróneamente lo abandonamos. En realidad, como ocurre con los mamíferos superiores, nunca deberíamos abandonar la emocionalidad ligada a la infancia, y su enorme capacidad para construir una vida sana, unas relaciones interpersonales gozosas y unas sociedades que impulsen nuestro bienestar a todos los niveles. Se podría decir que es la clave para un mundo mejor y más sostenible. Así lo creo yo.

Sin embargo nuestra estupidez termina por asociar nuestra madurez a nuestro egoísmo, a nuestra competitividad, a nuestra supremacía, a nuestra capacidad de consumo, a nuestro atesoramiento de bienes materiales… Y mientras tanto, ese egoísmo nos aísla, nos aboca a la soledad, nos llena de experiencias aparentemente tristes pero, en realidad, frustrantes y dolorosas.

Una vez abandonada esa senda, el regreso al espíritu de la niñez se convierte en condición imprescindible para recuperar nuestra más esencial personalidad, nuestros verdaderos sueños, nuestro auténtico ser, nuestra bella y luminosa vida…


Emilio Muñoz
Un ángel dormido...

© TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
(original autentificado)



Simeon Walker– Turn
(por Simeon Walker)



15 comentarios:

  1. Agradecer su esfuerzo a quien haya llegado hasta el final de este texto, de temática más árida. Pero que ha sido escrito con la esperanza de que pueda alumbrar un planteamiento diferente, mejorado, de nuestra vida.

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  2. La inteligencia social, despertar al ángel dormido y, especialmente, ¿cuándo fue que perdimos la inocencia? esa será la cuestión permanente a las que las Sociedades, tanto la actual, como las futuras, deberán enfrentarse para resolver su futuro inmediato o la desaparición de la especie será, como parece, algo que ya ha iniciado, irremediablemente, su cuenta atrás, querido amigo.
    Magnífica publicación (como siempre), un abrazo muy fuerte, poeta enamorado.

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    1. De hecho, querido Enrique, parece ser que hay un reloj del fin del mundo (del que no sé nada en detalle) que parece que se se está adelantando progresivamente. Es decir, que se acerca a nuestro tiempo. Será cierto??? No lo sé, pero la evolución de la humanidad me parece más que preocupante. Primero por lo que hacemos, y segundo por lo que no hacemos. Primero por la capacidad que tenemos de dañar nuestro planeta y a nosotros mismos. Nuestra capacidad destructiva crece imparablemente, con personajes aupados al poder que deberian estar en un psiquiátrico. Segundo, por la frívola capacidad que tenemos los demás para mirar a otro lado, esperando que alguien resuelva nuestro futuro. Esta sociedad consumista nos ha convertido en consumidores activos para comprar y pasivos para todo lo demás. Somos espectadores pegados a una sillón!!!

      Cuándo perdimos la inocencia??? Y cuándo la enorme capacidad de amar, la ternura, la honestidad, la sinceridad, y esa otra maravillosa capacidad de los niños para apiadarse de quienes sufren???

      Eso es todo lo que perdimos y deberíamos recuperar en ese regreso al futuro...

      Un enorme abrazo, querido amigo!!!

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  3. Muy interesante. uno siempre debe emocionarse como cuando era pequeño y ver el valor de las cosas simple y no la que nos da la sociedad. Ojala algun día recobramos esa inocencia y esa paz. Te mando un beso.

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    1. Sí, querida Citu. Ojalá algún día avanzando hacia el futuro regresemos a la esencia de nuestra humanidad. Tenemos un modelo a seguir en cuanto a cualidades bellamente humanas (los niños), solo nos falta comprobar hasta que punto estamos siendo torpes, y en nuestra torpeza estamos poniendo en riesgo la supervivencia del propio ser humano. Tengamos fe...

      Un enorme abrazo, querida amiga!!!

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  4. Emilio, hermoso texto
    los niños llegan a este mundo llenos de sabiduría, uno puede aprender mucho de ellos, son genuinos, ellos no hacen diferencias de razas ni de religión y en que momento perdimos a ese niño interior, no se.
    Crecemos y nos vamos contaminando con una sociedad llena de odio, avaricia y en la plenitud de nuestras vidas buscamos a ese niño interior que nos devuelva la alegría y la inocencia perdida.
    Emilio, leerte endulza el alma
    Cariños y besos

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    1. Muchas gracias por tu visita a éste, mi blog más apreciado, querida Noemí. Más querido porque trata del cuidado de los niños, del cuidado de nuestra mente y alma (incluido el corazón) y de la recuperación de la sensibilidad como herramienta para hacernos conscientes del daño que nos estamos haciendo, tanto a nivel social como individual. Todos son blogs queridos, pero este algo más por lo que te comento.

      Tienes razón en todo lo que dices. Me encanta especialmente lo que dices de los niños, pues en ellos reconoces la sabiduría perdida del ser humano. Y es tan, tan, tan bella esa sabiduría suya...!!!

      Y reconoces cuán equivocados estamos los adultos!!! Espero que despertemos...

      Un enorme abrazo, querida amiga!!!

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  5. Emilio, querido amigo.
    Gracias por tu comentario, le doy mucho valor a tus palabras porque salen de tu alma y veo que es bella y sensible.
    Cariños y besos

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    1. Nada tienes que agradecer, Noemí. Digo y hago lo que pienso, y lo hago con placer. Aunque no siempre puedo hacer todo lo que me gustaría. Mi tiempo es limitado y no puedo estar en todos los sitios, por eso doy preferencia a quien tiene la generosidad de pasarse por alguna de mis casas, que bastante trabajo me cuesta mantenerlas.

      En bastantes ocasiones escribo sobre temas complejos o áridos, y me lleva mucho tiempo. Y, por otra parte, comprendo que no sea de la preferencia de muchas personas. Pero son cosas que creo que deben decirse, y asumo esta labor con gusto.

      Pero como te digo, me gustaría tener más tiempo para visitar más casas ajenas y descubrir blogs que no conozco pero que deben estar realmente bien.

      Gracias a tí por tus palabras y un enorme abrazo, querida amiga!!!

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  6. Emilio, gracias por tus palabras, le ponen un toque de sensibilidad y ternura a mis post.
    Abrazos querido amigo

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    1. Gracias a tí por el contenido de tu blog y por tus palabras en mis blogs, amiga mía. Y especialmente, gracias por tu apoyo a este blog, cuya temática y debates considero imprescidible para niños y adultos.

      Un abrazo enorme, querida amiga!!!

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  7. Me parece muy bueno e interesante tu planteamiento.
    Es una pena perder la inocencia.
    Me encantaría volver a esa niñez tan tierna.
    Un abrazo.

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    1. El problema es quel perdiendo la inocencia, querida Amelia, perjudicamos la capacidad para conectar, para comunicarnos, para dialogar en un clima afable, para entendernos y para construir relaciones emocionalmente sanas. Y eso sin contar que puede pasarse de una situación de bloqueo a una de daño.

      Esto es algo que deberíamos analizar muy seriamente por el enorme daño que se produce a los individuos (especialmente a los niños debido a su indefensión) y a la propia convivencia.

      Una vez más, agradezco esta participación por el papel que quiere cumplir este blog en aras de mejorar el bienestar emocional de niños y adultos. Hay bastante por mejorar...

      Un enorme abrazo, querida amiga.

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  8. Emilio, por error, no salió el poema que incluyo en mi última entrada. Ya lo he solucionado. Muchas gracias.

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    1. Como ya te dije, con tu sola presentación ese post es precioso, pero reconozco, como también te dije después, que el poema es una maravilla.

      Abrazos!!!

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