“No hace falta enseñar valores a los niños;
solo se necesita ponerles un espejo
para que se hagan conscientes de lo que ya son.
solo se necesita ponerles un espejo
para que se hagan conscientes de lo que ya son.
Y no pretender cambiarlos…”
Emilio Muñoz
“Por cada gota de dulzura que alguien da,
hay una gota menos de amargura en el mundo”
Teresa de Calcuta (1910 – 1997)
Emilio Muñoz
“Por cada gota de dulzura que alguien da,
hay una gota menos de amargura en el mundo”
Teresa de Calcuta (1910 – 1997)
![]() |
Fuente: del vídeo |
¿Qué valores presiden nuestra sociedad habitualmente?
¿Hay otros valores que pueden construir un mundo mejor?
¿Justifica el escepticismo la renuncia, la inacción o el silencio?
¿Qué enseñamos a nuestros jóvenes?
Si el amor es lo mejor que nos puede pasar en la vida, ¿cuánto amor recibimos y damos en realidad?
Según una encuesta reciente del organismo público dependiente del Gobierno de España, CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), aproximadamente un 80% de los españoles nos consideramos felices.
Sin embargo, según la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefaciente, España es el mayor consumidor mundial de benzodiacepinas, un compuesto hipnosedante recetado para dormir mejor por sus efectos ansiolíticos, hipnóticos y de relajación muscular. Según otras estadísticas, la mitad de la población español ha sufrido de ansiedad y / o depresión. Y otro dato escalofriante nos muestra que la mayor causa de muerte entre niños y jóvenes españoles de hasta 18 años es el suicidio, por encima de otra cualquiera.
¿Por qué entonces nos engañamos? ¿Y por qué un organismo público facilita la difusión de este auto-engaño? ¿No será que la solución a los problemas empieza por reconocerlos y afrontarlos?
¿Y no será que necesitamos otros valores mejores, dejando de considerarlos utópicos?
¿Conseguiremos destruir la vida en nuestro planeta antes de actuar con honestidad y sabiduría? No. Nunca conseguiremos destruir la vida en nuestro planeta. Solo conseguiremos destruir las formas de vida más avanzadas. Entre ellas, a la propia especie humana. Pero la vida seguirá existiendo, aunque sea en sus formas de vida vegetal y animal más sencillas.
¿Qué ejemplo estamos dando a nuestros jóvenes? ¿Qué valores estamos transmitiendo? ¿Nuestra forma de actuar con ellos tiene alguna relación con el alto número de suicidios, o con otros comportamientos ya claramente constatados que dañan a otros jóvenes o adultos?
Y, por último, ¿qué sensaciones nos transmite ver este vídeo?
Emilio Muñoz
Un ángel dormido...
© TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
(original autentificado)
(por Buuu Edits)