Cuando un niño reprime su naturaleza, ya sea debido a que no es aceptado, protegido y / o amado; o simplemente porque se le educa para sobrevivir y destacar en nuestro competitivo mundo, ese niño esconde, olvida, e incluso llega a rechazar en la edad adulta, su natural sensibilidad. Pero la esencia natural del ser humano, su sensibilidad, sigue viva, muchas veces luchando por salir de su ostracismo. La esencia innata de su alma sobrevive como un ángel dormido.

sábado, 15 de junio de 2024

¡LIBERACIÓN! (DESPERTAR A NUESTRO ÁNGEL DORMIDO PARA VOLAR Y VIVIR)


“Pero el auténtico trabajo de un guía del alma es despertarnos
cuando andamos sonámbulos por la selva oscura del extravío.
Esto podría implicar que el guía nos crispa los nervios, nos zarandea
y pone en entredicho nuestras creencias más profundas”

Martha Beck (1962 - …). USA
[los resaltados en los textos citados son de la autora]



Foto de Miguel Bruna en Unsplash
Es extraordinaria la clarividencia de Martha para descubrir figuras y comportamientos en el ser humano que no he visto hasta ahora tratadas, o tan enriquecedoramente tratadas. Desde luego ella es un maravilloso ejemplo de lo que llama “guía del alma” por su facilidad para abrir las mentes, aunque ninguna mente despertará (¡ningún ángel!) si no está preparada para ello.

Espero que se me permita destacar otra cita, un tanto larga (que pido que se me perdone) escrita a continuación de esas primeras frases anteriores. Me resulta impactante la contundente aclaración que hace sobre el amor.
“Podrían pasar años hasta darnos cuenta (a menudo, a posteriori) de que esta conducta denota en el fondo mucho amor. (…) Las arañas aman de veras a las moscas (les encanta su sabor, cómo crujen). Expresan ese amor atrapando todas las moscas que pueden y manteniéndolas cerca, sorbiéndoles la vida poco a poco. He tenido muchos clientes cuyos progenitores, amigos o amantes los traban así. Yo lo llamo «amor de araña», aunque por supuesto no se trata en absoluto de amor; es una relación depredador-presa. Y los guías del alma nunca la cultivan. El amor real no quiere que nadie esté inmovilizado o atado, y desde luego tampoco en la selva oscura del extravío. Quiere siempre, siempre, que seamos libres”
Yo solo voy a añadir un par de ideas que considero trascendentes. La primera, que las relaciones depredador-presa de la que habla Martha son tóxicas, y en los seres humanos se producen cuando se dan dos coincidencias: una víctima que no busca ser depredada, sino ayudada para liberarse de sus miedos y complejos. Y un depredador, también inconsciente de su papel y de cómo sanar su vida, que intenta superar aquello que nunca conseguirá de esta manera: su infinita sensación de soledad y su angustiosa carencia de un amor que no puede percibir. Terrible convivencia…

La segunda idea es que esa liberación de la que hablo requiere de un gran valor de “la presa”. En la mayoría de las ocasiones necesita de un enorme valor para contrarrestar la falta de confianza en sí mismo y el temor en el que constantemente vive.

Esta última razón es la que impide que muchas personas, especialmente las jóvenes, que han pasado por traumas severos, sean incapaces de aprovechar la oportunidad que se les presenta y el amor que se abre ante ellas. Una vez perdida la oportunidad, su subconsciente lo sabrá siempre, aunque su consciencia intentará apartarlo constantemente de su mente, con poco éxito pues añadirá más angustia a su vida. Con el paso del tiempo, y calmada mínimamente esa eterna tempestad que vive en su espíritu, logrará aceptar la realidad de su enorme perdida, como dice Martha. Una aceptación que vendrá acompañada de un gran dolor, pero que también traerá una serenidad jamás vivida hasta ese momento.

Si alguien que se haya acercado hasta aquí, y haya leído completo este artículo, se siente afectado por lo que digo, le animo a despertar su ángel dormido y arriesgarse a liberarse y vivir su auténtica personalidad, sus verdaderos sentimientos. Para ello, lo primero es librarse de las falsas excusas que justifican la opción por la solución que dicta su miedo: la parálisis, la oscuridad. Por mucho que duela la verdad, siempre libera y nos prepara para convertirnos en seres auténticos, coherentes y autónomos.

Tal vez se produzcan desfallecimientos, y al vivirse más vulnerable se sufra los injustos actos de otras personas (su mayor temor), pero su inmensa sensación de libertad, y de vivirse auténticamente, le permitirá vencer todas las dificultades que se presenten. Lo digo por propia experiencia, aunque nunca he sido tan consciente como ahora de la trascendencia de lo que hablo, y de lo que he vivido.

La sensación de volar es única y, una vez que se vive, resulta irrenunciable. Ahí encontramos nuestra fuerza para no rendirnos, para ser capaces de superarlo todo…


“Echa a volar, gaviota de mi puerto,
por las rotas arterias de mis olas,
y en las blancas estelas de mis pechos
dibújame tu sombra en la distancia.
Allí, donde parece que se estrellan
mi inquieta espuma y tu batir de alas,
allí será el encuentro todo fuego…”

Luzmaría Jiménez Faro (1937 – 2015). España
De “Echa a volar, gaviota de mi puerto...”



Emilio Muñoz
Un ángel dormido...

© TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
(original autentificado)



Christopher Galovan - I'll Fly Away
(por Christopher Galovan)



¡LIBERACIÓN! (DESPERTAR A NUESTRO ÁNGEL DORMIDO PARA VOLAR Y VIVIR)

“Pero el auténtico trabajo de un guía del alma es despertarnos cuando andamos sonámbulos por la selva oscura del extravío. Esto podría im...